Hace unos meses se celebró la COP27, la Conferencia sobre el cambio climático en Sharm El Sheij, Egipto, y dejó un sabor decepcionante. Aunque leyendo la información oficial pueda sugerir lo contrario, los avances logrados en esta conferencia no estuvieron equilibrados con los fracasos. La propuesta final de decisiones revela palabras como “preocupación” y “no se alcanzan objetivos”, lo que refleja la falta de progreso real.
La distancia entre donde estamos y donde deberíamos estar en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, derechos humanos y equilibrios geopolíticos es más grande que nunca. En un momento en que se necesitan acciones y compromisos para abordar la crisis climática, se escuchan más promesas y planes futuros que acciones concretas. Parece que apenas se ha logrado un cambio significativo, lo cual genera la sensación de que los más de 40.000 participantes en la COP27 se reunieron en Egipto en vano.
Esta cumbre del clima se ha centrado en los síntomas en lugar de abordar las causas y soluciones subyacentes. Sin embargo, cada año la brecha entre donde deberíamos estar y donde nos encontramos se vuelve más peligrosa. A pesar de esto, es importante destacar los siguientes aspectos positivos que ofrecen cierta esperanza en medio de la decepción y preocupación generalizadas.
- En primer lugar, esta COP ha dejado en claro la complejidad de la geopolítica y las dificultades para lograr una transición global hacia una economía descarbonizada. Aunque se ha avanzado en la comprensión del problema y las posibles soluciones, los líderes mundiales deben superar las tensiones geopolíticas y aprovechar los acontecimientos positivos, como el regreso de Brasil a la escena mundial y la mejora en las relaciones climáticas entre Estados Unidos y China.
- En segundo lugar, la reforma del sistema financiero internacional para hacerlo más justo y adecuado a su propósito ha cobrado impulso y reconocimiento. La Agenda de Bridgetown se presentó junto a una agenda de trabajo para el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y se prevé una cumbre en París para resolver el vacío dejado en esta COP y abordar una reforma estructural del sistema financiero global.
- En tercer lugar, se está poniendo fin al lavado verde o “greenwashing”. Las empresas ahora deben responder a las nuevas normas de las Naciones Unidas y garantizar que sus planes reduzcan eficazmente las emisiones para ser consideradas parte creíble de la respuesta global al cambio climático. Se ha convocado un nuevo grupo de trabajo para avanzar en la regulación de los compromisos de las empresas con la neutralidad de emisiones en todo el mundo.
- En cuarto lugar, se han mencionado y acordado avances tangibles en el impulso de las energías limpias. Las energías renovables son más baratas que las energías fósiles en 2/3 partes del mundo.
- En quinto lugar, se cerró un acuerdo para la transición del carbón en diferentes países, lo que acelerará la transición energética mundial.
- Y para finalizar, los riesgos de litigio, los cuales están aumentando rápidamente. Gobiernos y empresas se enfrentan a demandas millonarias derivadas de objetivos climáticos, contaminación, violaciones de derechos humanos, etc.
Sin embargo, los problemas fundamentales que no se han resuelto son, entre otros, los siguientes:
- Los países ricos todavía no han desembolsado las cantidades prometidas, acerca de 100.000 millones anuales, que prometieron en la COP26.
- Respecto de los combustibles fósiles no se ha llegado a un acuerdo para la eliminación de todos los combustibles fósiles; salvo el carbón, que ya se afrontó en la COP26.
- Tampoco se mencionó el abandono de los subsidios por parte de los Estados a dichos combustibles.
- Hay una lucha interna por quien paga y quien recibe; India y China se han convertido en las mayores economías del mundo y EEUU quiere que esto se refleje en cuestión de pagos.
- Los derechos humanos; no se avanza en un aspecto fundamental de como el cambio climático afecta a los derechos humanos.
- Los grupos de presión en favor de los combustibles fósiles no lo van a poner fácil; desde campañas con informaciones discutibles hasta importa
En definitiva, queda mucho por hacer y no es fácil porque la geopolítica y los intereses económicos son un obstáculo difícil de superar. Siempre nos quedará la COP28.
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