Estamos en un mundo cada vez más conectado y global, en una constante demanda de conexiones cada vez rápidas y, en mayor cantidad, buscamos redes ágiles, soportes de almacenamiento de gran capacidad y conexiones de comunicación rápidas que nos conecten con rincones cada vez más recónditos del planeta. No es algo nuevo, no hemos inventado nada.
La humanidad siempre se ha movido por la comunicación, todas y cada una de las civilizaciones han sido conscientes de que las redes de intercambio y conexión favorecían notablemente sus posibilidades de éxito. Como si fuera un impulso vital, las comunicaciones han contribuido significativamente y de manera exponencial al crecimiento y prosperidad de los pueblos.
No en vano, han devenido inevitablemente en un aumento de los niveles de florecimiento de las civilizaciones desde una multitud de perspectivas: económica, comercial, cultural, social… Todas y cada una de las más grandes y esplendorosas civilizaciones se han forjado abriendo caminos, nutriéndose de ciudadanos de diferentes procedencias, creencias y culturas.
El hecho irrefutable es que el pueblo británico adoptó una decisión trascendental sin marcha atrás.
Por el contrario, la historia, muy dada en recordarnos nuestros éxitos y fracasos, nos ha enseñado que el aislamiento conduce al empobrecimiento cultural, a la ignorancia, a la mediocridad e inevitablemente, al olvido de los pueblos.
El Reino Unido decidió en un ajustadísimo referendum dar un paso atrás en esa compleja red de intercambio y comunicación construida desde finales de la segunda guerra mundial y que conocemos como Unión Europea.
Se ha escrito mucho acerca del Brexit, pero no es este un post de opinión y debate para discutir sobre el proceso político o acerca de las acusaciones de manipulación mediática, ni siquiera para destapar orgullos heridos. Sin embargo, el hecho irrefutable es que el pueblo británico adoptó una decisión trascendental sin marcha atrás y que la misma tendrá consecuencias, todavía a día de hoy, impredecibles tanto para Reino Unido, como para la Unión Europea.
La comunidad educativa británica frente al Brexit
Recientemente en Madrid se desarrollaron las UK-EU Education Series en las que estuvieron representados estamentos del arte, la cultura y la educación británica y española. Entre las conclusiones a las que se llegaron, hay dos que me llamaron poderosamente la atención.
1. Un proceso no deseado. La primera fue que el Brexit es un proceso no deseado por la comunidad educativa y buena parte de la población británica, pero que desde el punto de vista político, es inevitable
2. La herencia cultural. La otra, es la decidida voluntad de esa misma comunidad educativa en preservar la herencia cultural construida a lo largo de décadas y que está destinada a jugar sin duda, un papel realmente clave en el futuro post-Brexit.
Durante siglos, estudiosos, científicos y artistas británicos y europeos han trabajado y compartido ideas con sus homólogos, desembocando en un número incalculable de descubrimientos científicos, enriqueciéndonos artística, cultural y económicamente. Este intercambio de ideas y creatividad ha sobrevivido a guerras y revoluciones, entonces ¿por qué no hacerlo el Brexit?.
Compromiso con la Unión Europea
Sin duda, el compromiso de la comunidad educativa británica con la Unión Europea supone una apuesta firme en continuar fomentando vías de colaboración que permitan a ambos interlocutores seguir liderando el mundo en los campos de la educación, la cultura, la investigación y la innovación. Generando espacios creativos de debate e intercambio que se conviertan en cuna de los hombres y mujeres que resuelvan los retos de un futuro compartido.
Una mayor colaboración en materia de educación, cultura y ciencia permitirá a las economías europeas seguir siendo prósperas en un escenario mundial cada vez más competitivo.
No se puede obviar el riesgo de que el Brexit pueda llegar a fracturar esta aspiración. La introducción de mecanismos proteccionistas podría perjudicar al Reino Unido y a otros países de la Unión, generando escenarios de si yo pierdo, tú pierdes.
Es vital que Brexit no signifique una reducción en la cooperación educativa, cultural y científica entre el Reino Unido y la Unión Europea. Para beneficio mutuo de los países y de sus organizaciones sectoriales, es necesario mantener e intensificar las asociaciones existentes, la financiación y las disposiciones legales. Una mayor colaboración en materia de educación, cultura y ciencia permitirá a las economías europeas seguir siendo prósperas en un escenario mundial cada vez más competitivo.
Los sectores de la educación, la cultura y la ciencia son por propia naturaleza internacionales y móviles. Su éxito y el éxito de muchos otros sectores, depende en gran medida de la facilidad de movimiento de sus personas y bienes. La economía de los países europeos y de la sociedad en su conjunto se beneficia actualmente del flujo de ideas, de la creatividad y del talento.
Estudiar en España titulaciones universitarias oficiales británicas
Un buen ejemplo de negociación y construcción supra nacional a nivel educativo lo constituye el Espacio de Educación Superior Europeo y el impacto que el mismo ha supuesto desde hace más de 18 años.
Gracias al mismo es posible, por ejemplo, estudiar en España titulaciones oficiales británicas con las debidas garantías, reconocidas por las agencias de calidad de España (ANECA) y Reino Unido (QAA) gracias a acuerdos internacionales multilaterales.
Este espacio constituido en la actualidad por 48 estados miembros, muchos de ellos no integrantes de la Unión Europea, ha demostrado ser un eficaz mecanismo de cohesión basado en valores clave comunes como la libertad de expresión, la autonomía de las instituciones, la libertad académica, la libre circulación de estudiantes y de personal.
Gracias al mismo es posible, por ejemplo, estudiar en España titulaciones universitarias oficiales británicas con las debidas garantías, reconocidas por las agencias de calidad de España (ANECA) y Reino Unido (QAA) gracias a acuerdos internacionales multilaterales, dentro de un marco de reconocimiento común que supone la emisión del Suplemento Europeo al Crédito (Diploma Supplement) con asignación de créditos ECTS.
Y lo que no es menos importante, la garantía de que un título emitido por una universidad británica permita a los egresados continuar su vida académica estudiando másteres, grados e incluso doctorados en una universidad española o en cualquiera de las integrantes del espacio sin necesidad de completar complejos procesos de reconocimiento.
Construcción de un nuevo espacio educativo
De este modo, resulta necesario trasladar tanto al gobierno británico como a la Unión Europea las conclusiones de las UK-EU Education Series que contemplan la construcción de un nuevo espacio educativo, cultural y científico basado en:
- La negociación de un acuerdo post-Brexit para los sectores de la educación, la cultura y la ciencia que no inhiba su vital facilidad de movimiento, sino más bien busca mejorarlo y facilitarlo.
- La introducción de un permiso cultural y educativo para aquellos que operan en los sectores de la educación, la cultura y la ciencia, para asegurar que puedan seguir moviéndose con facilidad y adecuados, para fomentar la colaboración y la asociación.
- El fomento de la participación continua en los programas multilaterales como Erasmus +, Horizonte 2020, Acciones Marie Sklodowska-Curie y Europa Creativa con las contribuciones financieras que fueran necesarias desde Reino Unido para asegurar su eficacia e impacto continuo.
- La preservación de la propiedad intelectual y del marco de las cualificaciones profesionales, de modo que se conviertan en verdaderos capitalizadores de creatividad, ideas y talento.
- Seguir apostando por el espacio Europeo de Educación Superior como instrumento de reconocimiento y armonización de los distintos sistemas educativos europeos y que debería servir de ejemplo a los líderes de la negociación para demostrar que se pueden encontrar caminos constructivos de entendimiento.
Mónica Lázaro.
Directora de Servicios Jurídicos de SEAS, Estudios Superiores Abiertos
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Juan Luis
22 agosto, 2017 at 5:40 pmTodo muy bonito pero llevamos un montón de tiempo intentando ser ingenieros de pleno derecho en España con nuestro título oficial británico, obtenido después de mucho esfuerzo y dinero, y seguimos igual. Nada de nada, bonitas palabras pero no nos ayudáis en nada.
Juan Luis Abad Rodero
Ex alumno de Bachelor en mantenimiento
Steven
4 julio, 2019 at 6:42 pmMe puedes explicar un poco de que no es homologable, es que me interesa cursar el bachelor en Tic para la empresa pero tengo dudas actualmente me falta un año para terminar el grado superior en adm en redes.
Saludos
SEAS
23 julio, 2019 at 8:48 amHola Steven.
Sin ningún compromiso, un asesor de SEAS puede contactar contigo para poder explicarte los detalles de este tipo de titulaciones: salidas profesionales, homologación en España, etc. Puedes enviarnos tu nombre, teléfono y dirección de email a info@estudiosabietos.com. Un saludo.
JAVIER
22 agosto, 2017 at 6:15 pmHola Mónica,
¿ Podrías enviarme certificado de las agencias de calidad de España (ANECA) y Reino Unido (QAA) ?
Muchas gracias de antemano.
Reciba un cordial saludo.
javier Serrano