El almacenamiento es un elemento crucial en la cadena de suministro, ya que facilita la organización, optimización del espacio y mejora de la eficiencia operativa en las empresas. En este artículo de SEAS te presentamos cinco de los sistemas de almacenamiento más utilizados en la gestión de almacenes. ¡Sigue leyendo!
Estanterías selectivas
Las estanterías selectivas son uno de los sistemas de almacenamiento más versátiles y comúnmente utilizados en las empresas. Este sistema se caracteriza por permitir el acceso directo a cada pallet o unidad almacenada, lo que resulta ideal para almacenes que manejan una amplia variedad de productos. Uno de sus mayores beneficios es la facilidad con la que se puede acceder a todos los productos, lo que permite gestionar eficientemente una gran diversidad de stock. Además, es un sistema relativamente sencillo de instalar y mantener.
Sin embargo, un inconveniente es que este sistema no optimiza al máximo el espacio vertical, lo que significa que puede requerir un espacio considerable. Además, puede no ser la mejor opción para almacenes con una alta rotación de inventario, donde se necesita un uso más eficiente del espacio.
Estanterías de doble profundidad
El sistema de estanterías de doble profundidad es una variación del sistema selectivo. En lugar de una sola fila de almacenamiento, este sistema permite almacenar los pallets en dos filas de profundidad, duplicando así la capacidad de almacenamiento. Esto lo convierte en una opción más económica en términos de espacio en comparación con las estanterías selectivas.
No obstante, el acceso a los pallets es más complicado, ya que es necesario retirar el pallet frontal para llegar al trasero, lo que puede ralentizar las operaciones. Además, requiere de equipos especializados, como carretillas retráctiles, para operar de manera eficiente, lo que puede aumentar los costes y la complejidad operativa.
Estanterías de flujo dinámico (FIFO)
El sistema de estanterías de flujo dinámico, también conocido como FIFO (First In, First Out), está diseñado para garantizar que los productos más antiguos se utilicen primero, reduciendo así el riesgo de obsolescencia o caducidad. Este sistema es particularmente útil para productos con alta rotación o aquellos que requieren un control riguroso de fechas de caducidad, como los alimentos o productos farmacéuticos. Su diseño maximiza la eficiencia del espacio y minimiza el tiempo de manipulación.
Por otro lado, uno de los principales desafíos es su alto coste inicial, debido a la complejidad del sistema. Además, no es adecuado para productos de gran tamaño o formas irregulares, que podrían tener dificultades para desplazarse correctamente en los rodillos inclinados que facilitan el movimiento dentro de las estanterías.
Estanterías push-back (LIFO)
Las estanterías push-back operan bajo el principio LIFO (Last In, First Out), en el que los productos se almacenan en plataformas móviles que retroceden a medida que se añaden nuevos pallets. Cuando se retira un pallet, los siguientes avanzan automáticamente hacia la parte frontal, lo que permite una alta densidad de almacenamiento. Este sistema es especialmente eficaz para gestionar inventarios de alta rotación, ya que reduce el tiempo de manipulación y mejora la eficiencia.
Sin embargo, una de sus desventajas es que no es adecuado para productos que requieren un control estricto de fechas, ya que los productos más recientes se utilizan primero. Además, la inversión inicial para implementar este sistema es significativa, lo que puede suponer un reto para algunas empresas.
Almacenamiento automatizado
El sistema de almacenamiento y recuperación automatizado utiliza máquinas robotizadas para la colocación y recogida de productos, lo que lo convierte en una solución ideal para grandes almacenes que manejan un gran volumen de productos. Este sistema maximiza el uso del espacio vertical y mejora la precisión en la gestión del inventario, al tiempo que reduce la necesidad de mano de obra y minimiza los errores humanos.
Como desventaja, tiene un alto coste inicial y de mantenimiento, que puede ser prohibitivo para algunas empresas. Además, requiere una infraestructura avanzada y personal capacitado para operar y mantener el sistema, lo que puede añadir un nivel adicional de complejidad a las operaciones diarias.
En resumen, cada sistema de almacenamiento tiene sus propias características, ventajas y desafíos, lo que hace que la elección del sistema adecuado dependa de las necesidades específicas de la empresa. Y en el caso de que te guste mucho el mundo de la logística, es posible que te interese el Máster de Formación Permanente en Logística de SEAS. ¡Infórmate sin compromiso!
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