¿Nos subimos al tren del BIM?

Si tu actividad profesional se desarrolla en el denominado sector AECO (Arquitectura, Ingeniería, Construcción y Operaciones), seguramente habrás oído hablar de BIM y más de una vez te habrás preguntado… “pero ¿de verdad eso del BIM se usa? A continuación, respondemos a tu pregunta y verás que BIM está mucho más cerca de lo que piensas.  Por lo tanto, la pregunta no es si subimos al tren del BIM o no, sino más bien cómo subimos.

No hace falta que seas arquitecto ni ingeniero ya que, si tu actividad profesional está relacionada con la construcción (montador, instalador, mantenedor, gestor, administrador…), seguro que habrás oído hablar de BIM en más de una ocasión. Tanto si te dedicas a las instalaciones (electricidad, fontanería, climatización), como si ejecutas trabajos en obra o rehabilitación o, incluso, si realizas la gestión o el mantenimiento de edificios o industrias tras su puesta en marcha, BIM te interesa.

¿Qué es el BIM?

Pero… ¿sabes qué es BIM?  Antes de comenzar, debe quedar claro que BIM (Building Information Modeling) es una metodología de trabajo, es decir una forma de trabajar para desarrollar proyectos.  Pero… ¿cualquier tipo de proyectos?  No.  Esta metodología va orientada al campo de los proyectos de construcción, entre los que se encuentran la edificación industrial y la residencial, la obra civil y las infraestructuras urbanísticas, es decir todos aquellos que se engloban en el denominado sector AECO (arquitectura, ingeniería, construcción y operaciones).

Además, se trata de una metodología de trabajo colaborativa con la que se pretende facilitar la participación de todos los agentes involucrados en el proyecto, no sólo durante su redacción, sino también durante su ejecución y durante toda su vida útil.

Esta colaboración se hace factible gracias al elemento fundamental de dicha metodología, que es la denominada “maqueta digital”. Dicha maqueta o modelo digital no es más que (o más bien, es tanto como) la representación virtual tridimensional de la construcción objeto del proyecto, conteniendo en sí misma una inmensa base de datos referente a todos los elementos que la conforman, facilitando de esta manera su gestión durante todo su ciclo de vida, desde que es proyectada hasta que es demolida.  Pero esta maqueta no sólo está conformada por los elementos constructivos (pilares, muros, ventanas…), sino también por las instalaciones que alberga, como las de electricidad, fontanería y climatización.

De esta manera, puede verse que BIM es una metodología altamente innovadora directamente asociada a la revolución 4.0 que está transformando hoy en día tanto el sector de la construcción como el industrial, así como los sistemas para la posterior gestión de las edificaciones e infraestructuras.

¿Qué nos aporta BIM?

Los beneficios del uso de este nuevo enfoque están directamente relacionados con una reducción de tiempos de ejecución, tanto del proyecto como de la construcción, logrando mejorar de forma considerable la competitividad y consiguiendo una importante disminución de costes de entre el 13 y el 21% en la fase de construcción o entre el 10 y el 17% en la fase de operaciones, según el Informe de la Comisión Europea (European Construction Sector Observatory).

Esta reducción de costes es posible debido a que el sistema BIM permite realizar unas mejores estimaciones del coste inicial y un presupuesto más ajustado a la realidad, pero también a que permite un control y un seguimiento del coste más estricto durante la ejecución.

En cuanto a la reducción de plazos, en primer lugar las planificaciones realizadas con BIM son más precisas y, en segundo lugar, se reducen considerablemente las equivocaciones, lo que tiene una directa repercusión en los tiempos de ejecución.

Pero, además, la metodología BIM influye también en otros aspectos como son:

-Mayor transparencia, informando claramente de las posibilidades y el coste de diferentes alternativas constructivas, lo que permite adoptar las mejores decisiones de inversión.  Pero también los datos del edificio están disponibles para posibles operaciones de mantenimiento y uso de la construcción una vez finalizada, facilitando el trabajo colaborativo y una mejor comprensión por parte de todos los agentes interesados.

-Óptimo aseguramiento de la calidad, debido al constante intercambio de datos que hacen efectivo un adecuado proceso de diseño.  La detallada definición del proyecto obtenida con BIM garantiza un resultado prácticamente coincidente con los objetivos del mismo.

-Mejora de la eficiencia energética, al permitir realizar simulaciones para comparar distintas soluciones constructivas y de diseño, para ajustarse a las exigencias energéticas y medioambientales.

-Incremento de la seguridad, gracias a los estudios de viabilidad de los procesos constructivos y a las simulaciones de ejecución de la obra, que ponen de manifiesto operaciones críticas y permiten tomar las debidas precauciones.

BIM no sólo es usar software de diseño

Por otro lado, adelantar que es un error muy frecuente (sobre todo entre personas que comienzan a introducirse en este sistema) reducir BIM al mero uso de un software en concreto, como por ejemplo Revit (de Autodesk) o Archicad (de Graphisoft) o, de forma todavía más básica, a un programa de dibujo tridimensional asistido por ordenador CAD 3D, como Autocad 3D (de Autodesk). Nada más lejos de la realidad.  Si bien BIM requiere del modelado tridimensional de una maqueta virtual de la construcción, que se realiza mediante una determinada aplicación informática, no se queda sólo en eso.  Se requiere asociar a dicha maqueta una ingente cantidad de información (material, coste, características técnicas, tiempo de montaje, aislamiento térmico, resistencia al fuego, etc), por lo que el software de diseño deberá disponer de utilidades y comandos específicos para ello, así como interfaces para el intercambio de toda esta información con todos los agentes implicados en el proyecto que, además, pueden utilizar softwares diferentes.

Pero además de todas estas ventajas, debemos hacer hincapié en que antes de lo que creemos, el uso de la metodología BIM comenzará a ser obligatoria en cada vez más tipos de proyectos.  Desde la aprobación en 2014 de las Directivas Europeas 2014/23/UE, relativa a la adjudicación de los contratos de concesión, y la 2014/23/UE, sobre contratación pública, el anterior Ministerio de Fomento elaboró un plan de acción para promover un acercamiento paulatino al momento en que se exigiera el uso de BIM, creando una Comisión BIM (con representantes de distintos Ministerios, empresas públicas, asociaciones profesionales, colegios profesionales, sector educativo, etc.) y 5 grupos de trabajo para la elaboración de documentos que ayudaran a la estandarización de esta metodología de trabajo.

Tal y como se indica en la web del propio Ministerio, “la metodología BIM en España está contemplada, entre otros, en el Programa Nacional de Reformas del Reino de España 2019, en el Plan de Contratación Pública Ecológica de la Administración General del Estado, sus organismos autónomos y las entidades gestoras de la Seguridad Social, de febrero 2019, en la Estrategia Española de Economía Circular, de junio de 2020, o en la “Agenda Digital 2025, una agenda para la transformación digital de España”, de abril de 2020”.

De acuerdo con el seguimiento de su implantación por parte del Observatorio CBIM, cuando se incluyen requisitos BIM en los pliegos de las licitaciones públicas, lo más habitual es que se exija la elaboración mediante BIM de la documentación que se indica en la imagen siguiente:

Ejemplo de uso de metodología BIM

A continuación, vamos a mostrar un par de ejemplos, relacionados con las infraestructuras ferroviarias, en la que se prioriza el empleo de esta metodología colaborativa.

Haremos referencia, en primer lugar, al ente público de la Red Ferroviaria Vasca ETS Euskal Trembide Sarea, dependiente de Gobierno Vasco, que desde hace algún tiempo está implantando esta metodología, para lo cual ha elaborado su propio manual BIM, exigiendo que lo sigan sus proveedores de servicios, contratistas y subcontratistas.

Para finalizar, presentamos el proyecto de rehabilitación integral de la Estación Internacional de Canfranc, Huesca.  Acciona, Avintia y la sociedad aragonesa Canfranc Espacio 2018 Construcciones S.L., como adjudicatarias del concurso, han contratado a la empresa zaragozana Ingennus Urban Consulting SLP para desarrollar dicho proyecto que incluye, entre otras actuaciones, la reconversión de la estación en un hotel de más de 100 habitaciones o la reconversión del antiguo dormitorio de los maquinistas franceses en el centro de acogida e información transfronteriza del Camino de Santiago francés. Y todo ello se realizará modelando en BIM dichos edificios.

Pero BIM no sólo se está aplicando en el sector ferroviario. Se pueden citar más ejemplos de otras áreas, como el acondicionamiento y ampliación del muelle Sur del Puerto de Valencia (Autoridad Portuaria de Valencia), el estadio Wanda Metropolitano en Madrid (Cruz y Ortiz Arquitectos), proyecto residencial Nereidas en Torremolinos (HCP Architecture & Engineering); incluso Ikea ha confeccionado un catálogo digital con elementos de mobiliario que pueden ser descargados y usados en maquetas digitales.

Casi podemos ver en la última imagen cómo el “tren” de BIM está llegando. ¿Te subes?

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