Todos los negocios centran su actividad en ofrecer al mercado una serie de productos o de servicios y, para destacar frente a la competencia y satisfacer al cliente, es necesario que estos sean de la mayor calidad posible. Es por ello que el control de calidad de una empresa se ha convertido en un proceso especialmente importante.
En qué consiste el control de calidad de una empresa
Es un proceso complejo que da lugar a la implantación de programas, técnicas, mecanismos y herramientas destinados a verificar que todos los productos o servicios que llegan al mercado lo hacen en condiciones óptimas.
No solo se trata de satisfacer las expectativas del consumidor, también es una cuestión de adecuación a la normativa. La mayoría de los países exigen que los productos o servicios ofertados cumplan unos determinados requisitos de calidad. Si no lo hacen, no pueden estar en su mercado.
Esto implica que el control de calidad se extiende a lo largo de todo el proceso: adquisición de materias primas, fabricación, empaquetado, almacenamiento, traslado, forma de prestar el servicio, etc.
El sistema permite, a su vez, detectar posibles errores y poder solucionarlos a tiempo. Lo cual da lugar a un producto o servicio de la máxima calidad que destaca entre la competencia.
Beneficios del control de calidad dentro de una empresa
Antes de analizar el proceso de control de calidad y los pasos a seguir, conviene examinar más de cerca qué ventajas obtienen aquellos negocios que lo implantan.
Permite un mejor control de todos los procesos de la organización
Así se detectan ineficiencias que pueden estar suponiendo un coste excesivo y que podrían eliminarse sin mayor problema. Por otro lado, tener un mejor control de los procesos hace que la gestión diaria sea más sencilla, favoreciendo el cumplimiento de las metas empresariales.
- Fomenta la eficiencia: controlar la calidad lleva a depurar los procesos y a hacer más con los mismos recursos o incluso con menos.
- Reducción de costes: el análisis de los procesos actuales lleva a hacer ajustes, eliminando tareas innecesarias, lo que reduce los costes.
- Promueve la mejora continua: una empresa que apuesta de forma constante por la calidad, diseña productos o servicios que se ajustan en cada momento a lo que demanda el mercado.
Fases del control de calidad
Evaluación y planificación
Lo primero que se hace es evaluar la organización para conocer el punto de partida. A partir de ahí, se define el sistema de gestión de la calidad que se desea implantar y se determina el equipo de trabajo implicado en el mismo.
En la planificación se va a definir:
- El proyecto o tarea.
- Objetivos y resultados.
- Inputs disponibles.
- Inputs necesarios.
- Condiciones básicas para la implantación.
- Medidas concretas para conseguir los resultados buscados.
Implantación
En la segunda fase se produce la documentación del sistema de calidad. Elaborando el manual de gestión y procedimientos a seguir, una guía de instrucciones de trabajo, sistemas de registro, políticas de gestión, documentación técnica, etc.
Auditoría del sistema
Puesto en marcha el sistema, se lleva a cabo una auditoría del mismo para verificar su funcionamiento y comprobar si se están alcanzando los objetivos.
El control de calidad de una empresa mejora el trabajo dentro de la misma y da lugar a productos y servicios que satisfacen mejor las necesidades de los consumidores. Es, por tanto, una fuente de ventaja competitiva que no hay que pasar por alto.
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