A veces se les tacha de antisociales y, sin embargo, un trabajador introvertido, puede ser importantísimo para una empresa. Esa propensión hacia su mundo interior, intentando protegerse del entorno a su manera, ocultando gran parte de sus emociones, no tiene porqué estar asociado a un mal desempeño de sus funciones.
Estamos constantemente hablando de liderazgo y quizás podamos plantearnos si es imprescindible para ser un gran líder el ser muy sociable y constantemente ser el centro de atención de todo el mundo.
Porque a veces parece que si eres introvertido no vas a conseguir éxito profesional, salvando las distancias sobre lo que cada uno de nosotros podamos interpretar por éxito profesional. Larry Page, creador de Google, o Mark Zuckerberg, el impulsor de Facebook, son personas que han aceptado abiertamente en público su introversión y sin embargo, todos consideramos que son personas de éxito. Y algo parecido ocurre con Bill Gates. Cambiando a otra actividad completamente diferente, el cine, el mismo Steven Spielberg reconoce que es una persona retraída, y en ocasiones actúa de una manera cohibida. Confiesa que las fiestas o cualquier tipo de reunión, incluidas las de trabajo, le ponen nervioso. Y esto no ha impedido que se haya convertido en uno de los mejores directores de cine de todos los tiempos, con un éxito a nivel mundial.
El trabajador introvertido puede aprovechar de forma inteligente una serie de cualidades que controla algo mejor, desde su manera de ver la ida, que el resto de las personas: escucha activa, análisis de problemas, reflexión, observación, gestión sosegada de cualquier incidencia, capacidad de atención, …. Muchas empresas no se dan cuenta de las posibilidades que genera un introvertido y en sus procesos de selección se quedan con las dotes de sociabilidad y la capacidad de comunicación, pensando tan solo en roles de dirección, coordinación de equipos, labores comerciales o trato con el público. Con este tema, de hecho, ocurre un poco, salvando las distancias, como con los zurdos y diestros. Los introvertidos son en cierto modo inadecuadamente tratados.
La mayoría de las escuelas y los centros de trabajo están diseñadas para los extrovertidos y sus grandes necesidades de estimulación. En algunos centros de estudios, hay profesores que valoran en sus calificaciones esa extroversión, penalizando a un posible estudiante que se siente incómodo exteriorizando cualquier tipo de emoción. Se confunde una forma de ser y de entender la vida, con la eficiencia en cuanto a resultados. Parece como si un introvertido no pudiese ser una persona de acción. Actuará cuando considere que debe hacerlo, probablemente de forma muy sosegada y reflexionada, sin dejarse llevar por impulsos.
El que escribe este humilde post también se considera en cierto modo introvertido, sin considerarse antisocial. Simplemente encara la vida y las situaciones desde otro punto de vista, que debería también ser válido y aceptado por todos.
Toda persona es “social”: Obama, García Lorca, Merkel, Miró, … ¿pensamos que eran seres antisociales? Simplemente actuaban de otra manera.
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Especialista en optimización y control industrial. Profesor del área de Mantenimiento y Producción en SEAS, Estudios Superiores Abiertos, centro de formación online del Grupo San Valero.
