Huelga, ¿a la japonesa? ¿Qué es?

Todos sabemos lo que es una huelga de trabajadores. Se trata de una interrupción de la actividad laboral acordada por los trabajadores o sus representantes, que se utiliza como presión contra la empresa en la que trabajan con la intención de que sus condiciones laborales mejoren. En general se decide desde los sindicatos, intentando hacerse de forma colectiva, para que tenga mayor notoriedad social.

La huelga es un derecho de los trabajadores y legalmente ninguna empresa puede sancionar o despedir a un trabajador que la haga. Lo que sí ocurre es que mientras el trabajador está en huelga, su contratación entra en suspensión durante ese tiempo que la haga, no cobrando en su salario la parte correspondiente a ese tiempo.

No hay un único tipo de huelga

Existe la huelga de brazos caídos que consiste en que los trabajadores acuden a su trabajo, pero no trabajan como señal de protesta. También se oye hablar de huelga de celo, que consiste en trabajar, pero de forma más lenta y con menor rendimiento del habitual para ocasionar pérdidas en su empresa. Se habla también a veces de huelga revolucionaria, con la que se pretende crear desorden político mediante exigencias sociales y económicas. Hay huelga de solidaridad, donde los trabajadores hacen huelga para apoyar a otros compañeros que viven una situación de conflicto en su trabajo.

Y por último, seguro que hemos oído hablar de la huelga a la japonesa. Idealmente, consiste en que los trabajadores trabajan el doble de lo que tienen que hacerlo para que su empresa tenga problemas con los excedentes de producción, por un lado, y el consumo anticipado fuera de programa de las materias primas antes de tiempo, por otro, lo que ocasionaría que no pudieran fabricar posteriormente lo que estuviese comprometido a no ser que se consiguiera un rápido reaprovisionamiento.

Con este tipo de huelga nos encontramos con algunas circunstancias importantes a tener en cuenta. Con el pensamiento Lean y el tipo de cultura que se vive en japón, parece que cuadra que sus trabajadores pudieran hacer este tipo de huelga. Sin embargo, hace décadas que en Japón se producen protestas de sus trabajadores llegando a una situación de huelga. Y curiosamente, las últimas que se vivieron, nada tienen que ver con la idea de huelga a la japonesa. Fueron como las que se viven en cualquier otro país del mundo. Nos hemos de remontar a los años 70 cuando más de millones de trabajadores se movilizaron para logar mejoras en sus derechos como trabajadores.

En la actualidad, las protestas de los trabajadores japones, cuando se dan, suelen durar alrededor de una hora, son muy correctas (acorde a sus valores culturales) y nada tienen que ver las llamadas huelgas a la francesa, mucho más violentas y agresivas, con presencia policial incluso. Loe empresarios japoneses, cada día están más comprometidos con sus trabajadores, y estos trabajadores sienten la empresa como algo suyo.

Origen del término

Así que, ¿de dónde sale este término tan conocido en España y algunos países de América del Sur? Pues parece ser que no se conoce el origen exacto. Y esa supuesta protesta en forma de sobreproducción para castigar a su empresa, a su mercado o a su gobierno, como se indicaba hace un momento, no se ha dado nunca.

Se baraja la posibilidad de que algunos economistas españoles, cuando vieron que el sistema de producción Toyota funcionaba en ese país, una forma de alterar su buen funcionamiento si se quisiera perjudicar a su empresa sería el hacer más piezas de las que se debían hacer.

Concluyendo, un mito más alrededor de los sistemas productivos que han propiciado el gran desarrollo económico del país, sobre todo en el sector de la automoción.

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