Los indicadores de productividad son especialmente útiles cuando queremos saber si un negocio le está sacando todo el partido posible a sus recursos, si los está empleando de la mejor manera. Conociendo estas métricas, podemos tomar medidas para lograr mejores resultados.
La importancia del índice de productividad
Los indicadores de los que estamos hablando son herramientas que permiten medir la eficiencia a la hora de abordar los diferentes procesos que se llevan a cabo dentro de una empresa: la producción en sí misma, las labores de administración, las tareas asociadas a las ventas, etc.
Los indicadores le dicen a la compañía cuál es la cantidad de recursos que hacen falta para conseguir un determinado producto final y permiten tomar decisiones que ayuden a reducir el número de recursos necesarios en cada proceso.
Tipos de índices de la productividad
Ingreso por empleado
Mide la cantidad de recursos que genera cada empleado, permitiendo así saber si este es más o menos rentable en función de lo que esté cobrando por su trabajo.
Productividad por equipos
Permite obtener cifras que se usan para comparar el rendimiento logrado por los diferentes departamentos de la empresa. El objetivo no es saber quién es mejor o peor, sino identificar los puntos fuertes y débiles dentro de cada grupo, a fin de tomar medidas para mejorar la eficiencia.
Período promedio de cobro
Se encarga de medir las cuentas pendientes de cobro y las ventas generadas a nivel anual, a fin de establecer cuál es el tiempo medio que se tarda en cobrar cada factura después de entregar el producto o prestar el servicio.
Esta información resulta útil para estar al tanto de si los plazos de crédito aplicados son óptimos o si, por el contrario, es conveniente reducirlos para garantizarse una mayor liquidez.
Margen de utilidad operativo
Restando la utilidad bruta de los gastos operativos, podemos saber cuánto ha ganado la empresa por cada euro que ha invertido en sí misma.
Utilidad neta
Es uno de los indicadores de productividad esenciales para conocer la rentabilidad del negocio. Se obtiene sumando los gastos financieros y los impuestos, y restando el total de la utilidad financiera.
Liquidez corriente
El flujo de efectivo se calcula dividiendo los activos corrientes entre los pasivos corrientes. El resultado informa de si la empresa está atravesando problemas en cuanto a liquidez o si su nivel de efectivo es el adecuado.
Siempre que el resultado de la operación sea superior a 2, es conveniente adoptar medidas para conseguir más liquidez a corto plazo.
Satisfacción del cliente
Es una métrica algo más compleja porque no son datos que la empresa tenga almacenados de por sí. Para poder calcular el índice de satisfacción es necesario consultar directamente con el público y revisar fuentes de información como el buzón de sugerencias.
Aunque hay más, estos son los principales indicadores de productividad a tener en cuenta en una empresa. La clave para que sean realmente útiles es adaptarlos a la realidad de cada negocio y hasta de cada departamento. Solo así los datos obtenidos resultarán de utilidad para la toma de decisiones estratégicas.
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