Hemos oído en muchas ocasiones que un empleado comprometido favorece el aumento de la productividad y a mejora de los resultados en la empresa. Además, con ese grado de supuesta felicidad que siente por el cumplimiento de sus funciones, influye también en la creación de un mejor ambiente de trabajo. Un equipo comprometido, formado por trabajadores también comprometidos, provoca retención del talento en la empresa e incluso lo atrae.
Es por ello que, en este momento actual, en que el entorno empresarial se encuentra en un estado de máxima competitividad, el contar con un equipo comprometido puede marcar la diferencia entre vencer y sobrevivir o desaparecer como empresa. De ahí que muchas empresas estén trabajando en este sentido.
Una posible forma de conseguirlo es trabajar con ese colectivo que se ha dado en llamar los “millennials”. Son conocidos por ese nombre a todos aquellos nacidos entre 1982 y 1994, aunque no hay un acuerdo total y se acepta también que esa horquilla pueda ser entre 1980 y 2000. Se trata de esa generación que nació con la tecnología y que se estima que alrededor de 2030 constituirán el 75% de la fuerza laboral. Pues bien, si logramos, de cara a este colectivo, que en la empresa haya una comunicación abierta y una buena cultura laboral, podemos lograr que sientan el deseo de aprender y desarrollarse en ambientes colaborativos, sintiéndose así más realizados. Todo ello hará que se impliquen mucho más con la empresa en la que trabajen.
Beneficios sociales por parte de las empresas
Otro camino en el que trabajar es el de los beneficios sociales que proporcionan las empresas a sus trabajadores. Según estudios de Oxford Economics, tan solo el 39% de las empresas actuales ofrece compensaciones competitivas a sus colaboradores. Se deduce que no es sencillo para las empresas el establecer una adecuada estrategia dirigida a este aspecto que refuerza el compromiso de su empleado
También, según el mismo estudio de Oxford Economics, un 35% de los trabajadores valora muy positivamente las posibilidades de formarse y desarrollar su carrera profesional dentro de la propia empresa, con lo que aquí tenemos una tercera posible vía de trabajo para generar compromiso.
La relación con los responsables
Los jefes y líderes tienen un gran impacto sobre el trabajador que está a su cargo y su grado de compromiso con la empresa, con lo que será importante su actitud para con ellos, facilitando y fomentando participación y colaboración. Sumado a esto, la comunicación que se mantenga entre ellos y sus colaboradores debería ser fluida, con feedbacks alentadores y motivadores que favorezcan la mejora personal y profesional. El que un trabajador se siente apoyado, reconocido y tenga información sobre como actuar para mejorar en su desarrollo siempre generará compromiso.
El compromiso de un empleado es un ingrediente fundamental para que nuestra empresa sea competitiva dentro de unos mercados tan convulsos en los nos esta tocando trabajar. Un gran reto para cualquier empresa que quiera perdurar en el tiempo.
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Especialista en optimización y control industrial. Profesor del área de Mantenimiento y Producción en SEAS, Estudios Superiores Abiertos, centro de formación online del Grupo San Valero.