Una de las actividades a la que dedicamos mayor tiempo en nuestra vida es a dormir. Está claro que dormir es fundamental para nuestro bienestar diario. Aunque el sueño es una de las necesidades básicas del cuerpo humano, muy a menudo hacemos que esté en un segundo plano debido a nuestro estilo de vida, a la presión de nuestras obligaciones, a las exigencias del trabajo o del estudio, etc. Esto puede producir algunos problemas en nuestra salud. Actualmente se ha establecido relación entre la obesidad, algunas enfermedades del corazón, diabetes o pérdida de la memoria a corto y largo plazo, con un hábito inadecuado en nuestro descanso.
¿Cuántas horas hemos de dormir para ser productivos?
No hay teorías definitivas sobre ello, por lo que hay que acudir a las conclusiones a las que han llegado algunos investigadores.
Daniel Kriple es uno de los especialistas del sueño más reconocidos a nivel mundial. Después de muchos años de estudio e investigación asegura que quienes dormimos habitualmente entre 6,5 y 7,5 horas, además de vivir más tiempo, somos más felices y tenemos un nivel mayor de productividad. Y para quienes son más dormilones, una conclusión a tener en cuenta: dormir más de 8 horas puede ser más perjudicial que dormir solamente 5 horas.
Fijar mínimos con el dormir no es sencillo. El tiempo necesario de sueño reparador suele variar de unas personas a otras en función de su genética, complexión e incluso de su actividad diaria. Desde luego, una persona con falta de sueño puede llevar a cabo las mismas funciones que otra que sí haya dormido más (al menos temporalmente. Otra cosa es que se convierta en algo crónico) Nuestro cerebro tiene una mayor facilidad de concentración si está descansado y no estamos a falta de sueño. Es por ello que se asocia la productividad a una buena calidad de sueño.
Buenos hábitos del sueño
Los expertos también se pronuncian con la siesta. Parece que puede ser adecuada para mejorar nuestra calidad de vida, si no excedemos un tiempo de 25 minutos para ello. Establecer como hábito ese tiempo de siesta ofrece como beneficios una menor sensación de cansancio y un mejor estado de ánimo y de felicidad.
Otras recomendaciones para obtener mayor productividad en el trabajo pueden ser no reducir tiempo de sueño por acabar un trabajo o estudiar para un examen, tener un buen colchón que favorezca el descanso, adecuar las condiciones de luz y temperatura a nuestras necesidades para conciliar el sueño, tomar una bebida caliente que no lleve gas o cafeína unos 30 minutos antes de irse a la cama y realizar actividades relajantes durante ese tiempo. Muchas personas dedican esa última parte de la jornada diaria a hacer ejercicios de concentración y relajación que favorecen el tránsito hacia el sueño y descanso. Incluso una ducha o leer un rato pueden ser grandes ayudas para ello.
Quizás sería bueno replantearnos si estamos llevando hábitos de vida que ayudan a que durmamos el tiempo que necesitamos para ser realmente productivos.
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Especialista en optimización y control industrial. Profesor del área de Mantenimiento y Producción en SEAS, Estudios Superiores Abiertos, centro de formación online del Grupo San Valero.