Hace poco que se publicó por primera vez en nuestro país la denominación oficial del autoconsumo colectivo. Fue a raíz del Real Decreto del pasado mes de abril, en el que se regulaban las condiciones técnicas, administrativas y económicas del autoconsumo energético. En este artículo vamos a ver en profundidad qué es y cuáles son las ventajas del autoconsumo colectivo para las comunidades vecinales.
Autoconsumo en comunidades de vecinos
Según el Real Decreto, con autoconsumo colectivo nos referimos a una unión de consumidores que se abastecen, mediante un trato, de energía eléctrica producida en instalaciones cercanas a las de consumo. Estas, además, tienen que estar asociadas a los propios usuarios.
Usualmente, la denominación de autoconsumo colectivo se asocia rápidamente con el autoconsumo en comunidades de vecinos o propietarios, pero también se puede definir así a la unión entre compañías ubicadas en un mismo polígono. Estas podrían hacer uso de una misma planta de generación, sin necesidad de costear todas ellas su propia instalación. Aun así, en este artículo nos centraremos en las comunidades de vecinos.
El autoconsumo colectivo en las comunidades vecinales se da a raíz de la instalación de una placa fotovoltaica con la que abastecer a todos los residentes de esa comunidad. Como especifica el Real Decreto, no es indispensable que la planta de energía se encuentre en el propio edificio, sino que puede estar cerca de él.
Imaginémonos, por ejemplo, que nuestro edificio recibe poca luz del sol. Sin embargo, el inmueble contiguo está realmente bien orientado. En este caso, podríamos hacer un autoconsumo colectivo siempre y cuando haya un consenso entre ambas propiedades. Por otra parte, esto ataja el problema en las comunidades de casas (no pisos), donde no se comparte un edificio en sí. De esta forma, el conjunto de inmuebles se puede autoabastecer de la placa fotovoltaica que comparten.
Por otra parte, tenemos que recordar que el gasto de energía varía considerablemente según el uso y mantenimiento de cada inmueble. Esto significa que, para una óptima instalación de un panel solar en un edificio, es absolutamente imprescindible realizar un estudio sobre la infraestructura.
También es necesario hacer otro apunte sobre la instalación de la placa fotovoltaica: no es necesario comprarla. Obviamente, tenemos la posibilidad de alquilarla, al igual que podemos financiarla en plazos, en el caso de que sí quisiéramos adquirirla. Todo dependerá de la decisión a la que se llegue en la comunidad de vecinos. Y para llegar a un buen acuerdo con los cohabitantes, lo mejor es manifestar las ventajas del autoconsumo colectivo.
Ventajas del autoconsumo colectivo
Además de la opción de compartir placas, son varias las ventajas del autoconsumo colectivo. Por un lado, la legislación actual permite al consumidor —una comunidad de vecinos, en el caso que nos interesa—, recibir una compensación económica por la energía autoproducida que no se ha llegado a consumir. Básicamente, si producimos un exceso de energía, podemos derivar este a la red y recibir a cambio un descuento en nuestra factura. Mediante esta bonificación de descuento, en lugar de la compensación en dinero, se procura evitar el posible negocio que se pueda originar alrededor de la energía solar.
Por otra parte, una vez que ya tengamos instalada la placa fotovoltaica, no tardaremos en comprobar cómo se reduce considerablemente el precio de la factura de la luz, por lo que recuperaremos nuestra inversión rápidamente. Pero, sin lugar a dudas, lo mejor del autoconsumo de energía solar es que ayudaremos a reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Como remate a este artículo, solo podemos decir que es hora de hacer un cambio en nuestra sociedad. Es absolutamente necesario que las energías renovables, como la solar, se vayan implantando en nuestros edificios. Para llegar a ello, la mejor manera es saber transmitir las ventajas y ahorros que se obtienen al hacer uso de una energía tan limpia e inagotable como lo es la proveniente del sol, mediante el autoconsumo colectivo. De esta forma, haremos un bien particular que se traducirá en un bien universal.
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