El proceso de electrificación del coche eléctrico avanza poco a poco y, en un futuro no muy lejano, terminará siendo una tecnología de uso masivo. Tendremos un coche eléctrico como hoy tenemos uno de gasolina o diésel, y los combustibles fósiles quedarán relegados a usos industriales o para determinados medios de transporte como aviones o barcos.
En la electrificación del automóvil, hay dos tecnologías en desarrollo actualmente: la menos conocida pila de hidrógeno y los coches de baterías recargables o enchufables.
Todos los días oímos noticias de nuevos coches eléctricos que salen al mercado y de nuevos avances en cuanto a autonomía o prestaciones, que lo hacen cada vez más competitivos frente a los coches tradicionales.
Pero cuando pensamos en coches eléctricos, normalmente evocamos los coches de batería enchufables como el Tesla. En este post voy a hablar del funcionamiento de los vehículos con pila de hidrógeno.
El coche de batería es el que más está avanzando en el mercado, pero, cuando empezó el proceso de electrificación del automóvil, existía otra tecnología en desarrollo de la que no hablamos tanto en la actualidad: los coches con pila de hidrógeno.
Cómo funciona la pila de hidrógeno
La diferencia principal entre el coche de batería y el coche de pila de combustible o pila de hidrógeno, es que este último produce la electricidad que necesita para funcionar, no es necesario recargar la batería conectándolo a la red.
Tiene un depósito de hidrógeno o pila de combustible que, al reaccionar con el oxígeno del aire, produce una reacción eléctrica que acciona los motores del vehículo y recarga las celdas de la batería.
Durante este proceso, se produce agua que se libera a la atmósfera en forma de vapor. Es pues una tecnología limpia y ecológica en cuanto a la generación de residuos.
Cuando vamos a baja velocidad, el vehículo consumirá la energía acumulada en las baterías. En carretera, a mayor velocidad, consumirá la energía que produce la pila de combustible, que además de mover el motor irá recargando las baterías.
Inconvenientes del hidrógeno como combustible
El problema que tenemos con el hidrógeno, actualmente, es que, hoy por hoy, es un combustible caro de producir y que necesita un gran espacio para su almacenamiento. El coche de hidrógeno necesita un depósito tres veces más grande que el actual de gasolina para que el vehículo pueda tener autonomía.
Es caro producir combustible de hidrógeno porque, aunque es el elemento más presente en la naturaleza, no se encuentra en estado puro. Hay dos formas de conseguirlo: a partir de la descomposición de los hidrocarburos presentes en las energías fósiles o del agua, mediante hidrólisis a altas temperaturas, proceso que requiere el consumo de una gran cantidad de energía.
Existen prototipos en funcionamiento de Toyota y Honda, pero se trata de modelos muy caros de producir, que, de momento, no tienen una viabilidad comercial a corto plazo.
El futuro de la pila de hidrógeno pasa porque el proceso de obtención del hidrógeno y su almacenamiento sea más económico y sostenible medioambientalmente, ya que esto es lo deseable para el futuro del coche ecológico.
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Adriana Carrasco
10 enero, 2020 at 10:27 amMe maravilla que encontremos otras fuentes de energía. Todo está en pensar y en investigar. Tenemos futuro.