Continuando la serie de artículos sobre MOOCs, en el anterior post mencionaba dos puntos de vista diferentes acerca de cuál puede ser considerado el primer MOOC. De acuerdo con dichas opiniones, la mayoría de autores divide los MOOCs en dos tipos principales: cMOOCs y xMOOCs.
Los denominados cMOOCs, donde la “c” inicial hace referencia al conectivismo tienen su origen en el curso CCK08 de Siemens y Downes. Según el completo informe SCOPEO (2013), “se basan en que el aprendizaje se genera gracias al intercambio de información (…) y mediante la interacción intensa facilitada por la tecnología”.
El propio George Siemens (2012) afirma que los cMOOCs enfatizan la creación, la creatividad, la autonomía y el aprendizaje por medio de relaciones sociales, a la par que añade que se basan en la creación y generación de conocimiento en torno a un grupo de individuos afines y relativamente libres de restricciones institucionales.
Por su parte, algunas fuentes se refieren a los xMOOCs como the Stanford Model o AI-Stanford, en referencia al modelo creado por Sebastian Thrun. Los xMOOCs se basan en cursos universitarios tradicionales, y Siemens afirma que enfatizan un enfoque formativo más tradicional, a través de presentaciones de vídeo y ejercicios breves, para a continuación añadir, no sin cierto tono crítico, que se limitan a la duplicación de contenido.
Siendo los xMOOCs más recientes, también son los que mejor han sabido captar la atención del público, además de contar con el apoyo de prestigiosas universidades, así como fondos suficientes. Parece pues claro que actualmente son los xMOOCs los cursos que se encuentran en su punto más álgido y con más posibilidades de obtener beneficios económicos, a pesar de que a simple vista parecen más tradicionales y menos innovadores en sus métodos de enseñanza que los cMOOCs.
De hecho, Clara Vizoso, en su artículo “¿Serán los COMA (MOOC), el futuro del e-learning y el punto de inflexión del sistema educativo actual?”, considera que el MOOC ideal debería ser tipo “c”, pero estima que el sistema educativo español no está lo suficientemente desarrollado para eso, ya que la comunidad universitaria no está actualmente preparada para trabajar en un entorno independiente de aprendizaje, sin control alguno.
En cualquier caso, el uso de la letra “x” en el nombre de algunas de las plataformas más sólidas del mercado (EdX, Miríada X, UnX, MITX) parece sugerir toda una declaración de intenciones respecto al camino que los MOOCs pretenden seguir.
Licenciado en Filología Inglesa. Master en Traducción e Interpretación Inglesa. Máster en Marketing y Comunicación. Profesor en el área de idiomas en SEAS. Coordinador de los cursos del área de marketing digital, recursos humanos y protocolo. Puedes visitar su perfil en LinkedIn.
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