A lo largo de la historia ha habido grandes visionarios que se adelantaron a su tiempo previendo los adelantos tecnológicos que disponemos hoy en día e incluso la sociedad en la que nos ha tocado vivir en los comienzos del siglo XXI, sin embargo, ninguno de ellos se atrevió en ningún momento que uno de los pilares de la humanidad también evolucionaría.
Siempre se consideraba que la educación se desarrollaba en un periodo de nuestra vida muy concreto, sin embargo después de la 2º Guerra Mundial se observó que ello impedía en los adultos una actualización profesional y por tanto un avance social.
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Mantener el sistema educativo para los adultos y la población en edad escolar, vencer las distancias, etc… es un sistema imposible de sustentar, no obstante, a la comunidad educativa le ha costado mucho comprender que existen otras opciones diferentes de enseñanza.
La adaptación a las TIC en la educación no se ha aplicado tan rápidamente como en otros ámbitos. Para llegar al sistema actual, la educación a distancia ha experimentado una serie de etapas desde la enseñanza por correspondencia, la enseñanza multimedia, telemática y por fin ha llegado al campus virtual.
Este tipo de educación permite superar los problemas geográficos, la falta de tiempo y, sobre todo, posibilita estudiar al ritmo adecuado del alumno, en el horario preferido e incluso empleando las burbujas de tiempo.
En el e-learning nadie pone en tela de juicio el papel del profesor que sigue siendo la figura protagonista, ni tampoco la figura del alumno que es el receptor de los conocimientos, pero, en todo este proceso ha ido surgiendo un tercer rol que es el del tutor.
En esta evolución se ha presentado la dicotomía del tutor-profesor que es el experto en la asignatura que imparte, frente al tutor virtual. El tutor virtual es el especialista en aquello que es mejor que un ordenador, es decir, es experto en saber relacionarse con los demás sabiendo manejar el estrés en el alumno para así mantener el interés de éste para conseguir el fin último que es la finalización de los estudios.
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Su función no es nueva, al contrario, Aristóteles en su “Retórica” ya recomendaba a los oradores el “estudio de la audiencia”, de hecho, es una técnica que siguen la mayoría de los profesores en las aulas presenciales pero en la enseñanza on line el tutor implícitamente, utilizando técnicas de escucha, trata de “conocer” al alumno.
Mediante la escucha telefónica y el feed back establecido entre el tutor y el alumno, se acompaña a la persona en la compatibilización del estudio con sus obligaciones; estableciendo un calendario en el curso; ayudando a resolver los problemas que le vayan surgiendo en el momento concreto (just in time); supervisando el proceso de aprendizaje; evitando el abandono del estudio y resolviendo dificultades que se presenten en el uso de las herramientas.
Es indudable que el tutor evolucionará en la misma medida que haga la educación on line, pero ¿qué papel realizará en un futuro? ¿Ayudará en la misma medida que lo está realizando ahora?
Posiblemente estará más especializado, aprenderá on line a realizar su tarea para enseñar a distancia mucho mejor que lo está haciendo ahora, sabrá integrar lo mejor de los diversos modos de aprendizaje con las nuevas tecnologías, pero manteniendo en todo momento ese componente humano del que presume la educación.
Post publicado por: Laura Jimenez
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Alejandra Tafoya Camarena
14 julio, 2023 at 2:33 amAl analizar el texto y algunos otros sobre el mismo tema, me doy cuenta del protagonismo que tiene la tecnología en en nuestra sociedad y vida diaria, y también es cierto que el docente ya no puede seguir enseñando como se hacía antes, debe también evolucionar para que su enseñanza sea real y sobre todo cumpla con las demandas de las nuevas generaciones, de un buen tutor se encuentran la flexibilidad y la exigencia en el cumplimiento de las actividades individuales que el alumno debe realizar; por una parte, ha de considerar que en ocasiones los esfuerzos aislados del discípulo no son suficientes para el logro de un objetivo determinado, pero es importante que sea cumplido antes de continuar en el ascenso del curso, en este momento el apoyo y maestría del tutor juegan un papel determinante, debe propiciarle el estímulo y orientaciones necesarias para avanzar en la búsqueda de la solución con éxito la tarea encomendada, es cuando la figura del tutor cobra su mayor significado pues asume su rol de orientador brindando ayuda personal e individual.