En el Capítulo I hablamos de los antecedentes del Alfabeto Mecánico, en el Capítulo II sobre la aportación de Christopher Polhem, y en este Capítulo III comentaremos las clasificaciones mecánicas posteriores.
Con la revolución industrial llega la normalización de máquinas, productos y procesos y la sistematización de los conocimientos, como requisitos indispensables de la producción en serie.
A principios del siglo XIX, tras inventar Monge la geometría descriptiva y considerar una máquina como un objeto capaz de modificar direcciones de movimiento, intenta clasificar los mecanismos y máquinas existentes en función de lo que él considera los cuatro agentes principales del movimiento. En función de estos agentes Monge distingue diez tipos diferentes de movimientos.
La clasificación de Monge fue posteriormente utilizada por Hachette para ir un paso más allá en la recopilación de mecanismos, añadiendo a esta la labor que cada mecanismo realiza dentro de una máquina.
Nicolás Hachette (1769-1834), profesor de la Escuela Politécnica de París, incluyó en 1806, en el curso de geometría que impartía en la Universidad un seminario sobre elementos de maquinaria y en 1811 publicó un texto sobre este tema.
La manera funcional en la que Hachette clasifica los mecanismos ha llegado hasta nuestros días y según ésta los elementos de maquinaria podían ser:
- Receptores: están directamente unidos al motor del que reciben el movimiento.
- Modificadores: transforman el movimiento
- Comunicadores: transmiten el movimiento
- Apoyos: cojinetes, guías, etc
- Reguladores: controlan la velocidad, aceleración, fuerza, etc
- Ooperadores: producen el efecto final
Posteriormente, en 1867, Henry T. Brown, editor de la revista norteamericana “The American Artisian”, publica un libro con el título de “Quinientos Siete Movimientos Mecánicos”, el alfabeto mecánico había crecido.
Franz Releaux (1829-1905), ingeniero y profesor alemán, publicó en 1875 su libro “Cinemática teórica: Principios de Teoría de la Tecnología de las Máquinas”, planteando que la Cinemática es la disciplina esencial en el diseño de máquinas para lo que habrá que seguir el siguiente proceso: a) Determinar qué movimientos se necesitan para producir el resultado. b) Se diseña el mecanismo necesario combinando elementos simples como los que aparecen en su repertorio. c) Conectar el aparato a una fuente motriz.
Actualmente, además, se hace énfasis en los intercambios de energía que forman parte de la dinámica y la termodinámica: equilibrados, disminuciones de rozamientos, mayor ligereza de las piezas, variaciones de los materiales, ahorro de energía… Todo ello enfocado no solo a la eficacia sino también a la eficiencia de la máquina a diseñar.
Releaux , al igual que Pohlem, creó una colección de alrededor de ochocientos modelos con fines docentes, “El repertorio de mecanismos”.
Actualmente existe un repertorio de más de cinco mil mecanismos convenientemente clasificados, el Artobolevski.
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grande
22 agosto, 2022 at 10:41 amGran contenido, me ayudará en mi negocio Gracias por compartir información útil. Respetuosamente, David de https://grandemecanica.com/