Un filtro de aire, ya sea de aspiración de un compresor o de filtros de aire comprimido, bien de partículas o condensados necesitan un mantenimiento. Siempre es más eficiente y económico sustituir el cartucho filtrante cuando se necesita en vez de hacerlo preventivamente pasado un determinado tiempo.
Seremos eficientes si medimos el valor de presión antes y después del filtro (presión diferencial) y sustituimos el cartucho cuando realmente sea necesario (en un filtro de aire comprimido, deberíamos cambiarlo antes de que la perdida de carga sea de 1 bar).
Podemos recurrir a diversos métodos para controlar la saturación de un filtro, por ejemplo:
- Indicadores visuales de saturación
- Manómetros diferenciales
- Presostatos diferenciales
El correcto mantenimiento de un filtro cobra mayor relevancia cuanto mayor es el filtro por el aspecto energético. Un filtro que se va saturando, además de perder eficacia genera una pérdida de presión.
Los sensores digitales de presión diferencial nos permiten monitorizar el valor absoluto de presión entre la entrada y la salida del filtro y automatizar el momento optimo de sustitución de los filtros.
La operación de reemplazo del cartucho filtrante es sencilla y solo nos llevará unos pocos minutos realizarla y si tenemos en cuenta la penalización energética de tener un filtro saturado, la amortización del coste del cartucho filtrante será prácticamente inmediata.
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