Los gases de efecto invernadero son los elementos gaseosos presentes en la atmósfera terrestre que absorben y emiten parte de la radiación que llega a la tierra.
Pero, ¿qué es el efecto invernadero? El efecto invernadero es un proceso natural resultado de la capacidad que tiene la atmósfera para regular los diferentes flujos de calor: la atmósfera absorbe una parte de las radiaciones térmicas que se quedan en la superficie y la parte inferior de la atmósfera, lo que contribuye a incremento de la temperatura de la superficie de nuestro planeta. Y, también, permite que parte de esa radiación escape al espacio exterior, consiguiendo así un equilibrio térmico estable, similar al que encontraríamos en un invernadero agrícola.
Este sería el efecto invernadero natural, que hace que la temperatura media de la tierra sea de 14 grados centígrados. Sin este efecto invernadero natural, la temperatura media sería de -18º C., lo que haría imposible la vida tal y como la conocemos.
¿Cuáles son los gases que producen el efecto invernadero?
Los gases que producen el efecto invernadero son:
- Vapor de agua (H2O)
- Dióxido de carbono (CO2)
- Metano (CH4)
- Óxido de nitrógeno (N2O)
- Ozono (O3)
- Clorofluorocarbonos (CFC)
- Perfluorocarbonos (PFC).
Estos gases se encuentran de forma natural en la atmósfera, pero también pueden tener un origen antropogénico. Las actividades humanas contribuyen a incrementar la presencia de gases de efecto invernadero.
Causas del efecto invernadero
En definitiva, podemos establecer dos grandes grupos causantes de efecto invernadero. Por un lado, estarían las de origen natural, que posibilitan la vida en la tierra, y, por otro lado, estarían las de origen artificial, las producidas por el hombre que incrementan ese efecto invernadero y contribuyen al calentamiento del planeta.
Causas naturales:
Entre estas causas estarían la presencia natural, sin intervención humana, de gases como el óxido nitroso, el dióxido de carbono, el metano, el ozono o el vapor de agua, que pueden tener su origen a la actividad volcánica o las corrientes oceánicas.
Causas artificiales:
Se deben al impacto de la actividad humana en el planeta. La deforestación contribuye al incremento del dióxido de carbono. También tendríamos, y sería la principal causa, el uso de combustibles derivados del petróleo o el carbón. Otro origen artificial lo encontramos en el uso de clorofluorocarbonos (CFC), que se encuentran en los refrigeradores, aerosoles, etc.
Los gases de las vacas contribuyen al efecto invernadero
El metano es, junto al dióxido de carbono, el principal causante del efecto invernadero. El incremento del metano se debe a la actividad agropecuaria. Se estima que un 15 % de los gases de efecto invernadero son consecuencia del metano presente en los gases que expelen las vacas. El consumo de carne no ha parado de aumentar en los últimos años, y ello ha sido posible gracias a una agricultura intensiva en granjas cada día más industrializadas. De ahí, que la presencia de metano se haya disparado en la atmósfera, y que sea uno de los gases que más contribuyen a incrementar el calentamiento global.
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