La termografía como técnica de mantenimiento predictivo es una herramienta de probada utilidad puesto que con la realización de una termografía a un armario eléctrico por ejemplo podemos saber si hay un componente que se esté recalentando más de lo normal. Sin embargo esta técnica de realización de la termografía y posterior análisis sigue un proceso equiparable al diagnóstico médico clásico de una radiografía, esto implica que una vez tomada la imagen a estudiar (única parte tecnificada del proceso) se deja a criterio del facultativo la patología en cuestión. Además este facultativo debe ser capaz de superar los problemas técnicos que se le puedan presentar en esa interpretación como un emborronamiento de la imagen etc.
Concretando más aun, las técnicas de procesado de imagen que son interesantes de cara a integrarlas en un sistema termográfíco son:
Segmentación de la termografía y reconocimiento de patrones:
Con esta técnica, una vez obtenida la termografía aplicaremos segmentación, lo que en imagen equivale a identificar y separar los diferentes objetos que la componen. Tras esto se realiza una identificación de patrones con los previamente almacenados. Con esta técnica tenemos la ventaja de que una vez adquirida la imagen el sistema es capaz de decirnos por ejemplo qué elementos concretos (fusibles, cables, abrazaderas) superan una determinada temperatura o incluso clasificar todos los objetos que aparecen en la imagen en rangos de temperatura.
Comparación rápida mediante histograma:
Una aplicación evidente de la imagen digital es su facilidad de almacenarla, y lo que es más interesante, el poder comparar una termografía con la anterior, es decir poder hacer comparaciones entre las termografías de la misma máquina, armario etc. La técnica de histograma nos permite realizar esa comparación de una manera rápida y eficaz obteniendo un umbral de diferenciación que, de sobrepasar el nivel de alarma, requeriría una inspección más minuciosa.
Como aplicaciones menores podemos citar algunas como:
Estabilizado de la imagen térmica:
La mayor parte de las cámaras lo incorporan, pero es necesario en ciertos entornos vibratorios el estabilizado de la imagen, pues esta puede emborronarse y dar lugar a una imagen más difuminada y menos clara.
Detección de gradientes, zonas isotérmicas v extracción de momentos:
Con un sencillo preprocesado podemos extraer características de enorme interés como:
- Gradientes: De vital importancia para ver si los cambios de temperatura son bruscos o suaves, lo que implicaría calentamientos generalizados o localizados.
- Zonas isotérmicas: Si fijamos un umbral de temperatura y vemos las zonas que están más o menos en ese rango nos podemos hacer una idea bastante clara si nos encontramos ante una termografía con o sin problemas.
- Extracción de momentos: Nos dan información básica los momentos de primer y segundo orden como la temperatura media de la termografía o la varianza o desviación estándar de la misma.
Segmentación de la termografía y reconocimiento de patrones:
Si queremos aplicar técnicas de visión artificial a la termografía deberemos adoptar como mínimo un esquema de procesado de la imagen.
Post publicado por: Rafael Embid
Especialista en autómatas programables, monitorización y comunicación industrial. Profesor del área de automatización en SEAS, Estudios Superiores Abiertos, centro de formación online del Grupo San Valero.