¿Puede el “Power-To-Gas” relanzar las tecnologías del hidrógeno?
En los últimos meses son muchas las noticias que están saliendo en los medios sobre la necesidad del almacenamiento de energía, sobre todo a medida que aumenta el porcentaje de energías renovables instaladas en los países europeos. De sobras es conocido que estas energías tienen unas características inherentes a su naturaleza, como son la variabilidad, dificultad de predicción, etc. que hacen necesaria establecer un sistema de almacenamiento de energía para poder gestionar de manera eficiente las redes eléctricas.
Una vez más, ha sido Alemania la primera que ha puesto el tema encima de la mesa, ya que está decidida a reducir en los próximos años su dependencia de los combustibles fósiles e ir prescindiendo paulatinamente de su dependencia de la energía nuclear. En Alemania, más del 20% del mix energético proviene de energías renovables, mientras que las previsiones realizadas por el gobierno son que esperan cubrir con energías renovables el 35% del consumo eléctrico para 2020, el 50% para 2030 y el 80% para 2050.
Parece claro por tanto, que es necesario empezar a pensar en un sistema de almacenamiento de energía que pueda gestionar porcentajes tan altos de energías renovables. A priori, la electricidad puede ser considerada la forma común de vector energético, pero es difícil su almacenamiento en grandes cantidades ya que las baterías actualmente son viables con almacenamientos en el rango de horas. Por lo tanto, si se quiere tener un almacenamiento masivo de energía, el hidrógeno puede presentar una opción mucho más flexible y adecuada.
La opción del “Power-To-Gas” consiste en la transformación del excedente de energía generado por las energías renovables en hidrógeno. Una vez que se ha generado ese hidrógeno, se puede almacenar en grandes cavernas subterráneas, en la actual red de gas natural o usado en los procesos de metanación. El uso del hidrógeno generado se podría utilizar también en el sector de la automoción si al final los vehículos de pila de combustible empiezan a introducirse en el mercado, con lo que puede ir cambiando la idea tradicional que se tiene de un aerogenerador como una máquina generadora de electricidad por la de una máquina generadora de energía.
Está claro que hay muchos retos tecnológicos que son necesarios superar para que este tipo de alternativas puedan ser viables económicamente. Uno de ellos es poder disponer de electrolizadores eficientes que puedan producir hidrógeno a un precio competitivo. En este sentido, la Fundación Hidrógeno Aragón trabaja en un proyecto europeo denominado “ELYGRID – Improvements to Integrate High Pressure Alkaline Electrolysers for Electricity/H2 production from Renewable Energies to Balance the Grid”, proyecto nº278824 financiado por la Unión Europea dentro del séptimo programa marco (FP7/2007-2013) con la plataforma “Fuel Cells and Hydrogen Joint Technology Initiative”.
El objetivo principal del proyecto es la optimización y reducción de costes de los electrolizadores que operan en el orden de MW, que serían los más indicados para poder gestionar los excedentes de energía de un parque eólico si estamos pensando en las alternativas que ofrece el “Power-To-Gas”. En el proyecto se trabaja con empresas y centros de investigación de 5 países diferentes en las temáticas de desarrollo de materiales, electrónica de potencia, balance de planta y ensayos de campo junto con energía eólica.
Post publicado por: Fundación Hidrógeno Aragón
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Pedro Pérez
1 agosto, 2024 at 3:28 pmExcelente contenido gracias por su investigación.