El lenguaje Swift está siendo adoptado rápidamente por la comunidad de desarrolladores iOS. En sus dos años de vida, ha batido todos los récords de adopción de un nuevo lenguaje de programación de propósito general. Y en ese brevísimo espacio de tiempo, ha conseguido saltar más allá del ámbito de los sistemas Apple (iOS, Mac y Watch) para que compañías como IBM, lo adopten como uno de los lenguajes de desarrollo en servers.
Pero esta implantación tan rápida de Swift arrastraba un problema que generaba rechazo a la adopción del lenguaje en grandes proyectos en compañías con equipos grandes de desarrollo. Ese problema era que la evolución rápida del lenguaje desde su versión beta a la primera versión definitiva no mantenía la compatibilidad con código anterior. Es decir, el código desarrollado por los first adopters que usaron la versión beta del lenguaje, tuvo que ser modificado al publicarse Swift. Y lo mismo pasó con algunas subversiones. La transición a Swift 2 fue aún más drástica y la nueva versión 3 requiere revisión importante de código programado para versiones anteriores.
Este problema deja de existir a partir de la versión 3. Esta nueva versión se anuncia como estable y el código será compatible siempre con versiones posteriores. Cosa que es habitual y exigible en cualquier lenguaje de programación.
La aparición de Swift 3, por tanto, un buen momento para adoptar el lenguaje Swift como herramienta de desarrollo en el sistema iOS. Una apuesta de futuro que ya parece no tener ninguna posibilidad de fracaso. Swift es ya el nuevo estándar de lenguaje de programación en sistemas Apple y la sustitución de Objetive-C es ya, inevitable.
El lanzamiento de iOS 10, junto con la versión 10 de Xcode y Swift 3 representan una oportunidad para los desarrolladores que todavía están codificando en Objetive-C. Este es el momento más oportuno del cambio puesto que con la nueva versión de iOS hay muchas funcionalidades nuevas y apis a utilizar. Hacerlo en el nuevo lenguaje no supone ninguna traducción ni refactorización de código. Así que, en ese aspecto, el cambio es gratis.
Cambiar a Swift, de todas formas, tiene siempre una motivación importante. No es un asunto de modas ni de tendencias. De lo que estamos hablando con Swift es de ahorrar tiempo y disgustos. Como verás en nuestro Curso de iOS, es un lenguaje fácil de leer y escribir, potente y, sobre todo, seguro. El desarrollo de código similar en Swift, cuando el programador adquiere destreza tras varios meses, es mucho más rápido que en Objetive-C. Y, además, es un lenguaje con control de tipos de datos y gestión de excepciones muchísimo más avanzadas que Objetive-C.
Por último, hay que recordar que no hay excusas para resistirse al cambio. Incluso aquellos que estén desarrollando un proyecto ya avanzado en Objetive-C pueden aprovechar las ventajas de Swift porque ambos lenguajes pueden coexistir sin ningún problema en un mismo proyecto. Los puentes o bridges entre objetos y métodos en un lenguaje u otro funcionan perfectamente y no hay penalización en el rendimiento.
Apple mantiene ediciones actualizadas del libro “Using Swift With Cocoa And Objetive-C” que es muy recomendable para quien, en un entorno Objetive-C, quiera iniciarse en Swift.
Así que, para todos los desarrolladores iOS que estén trabajando en Objetive-C, aquí va mi recomendación:
Bájate el libro “The Swift Programming Language” de Apple, que es gratis
Descarga la nueva versión beta de Xcode o Xcode 10 si cuando lees esto ya está publicado
¡Y disfruta de un nuevo lenguaje mucho más moderno y potente!
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