Mejora tus resultados en los exámenes: Técnicas de relajación

En estas fechas, ante los inminentes exámenes, y tras la buena acogida que tuvo el post sobre Consejos para realización de un buen examen publicado en mayo, queremos ayudaros para que acudáis al examen lo más tranquilos posible.

En esta época nos aparece siempre ese nudo en el estómago y la incertidumbre de si los nervios nos pueden jugar una mala pasada en el examen. Incluso en ocasiones, no nos permiten realizar un buen repaso de la materia.

Para evitar todos estos inconvenientes, existen técnicas de relajación que permiten una mayor tranquilidad y concentración en situaciones de estrés.

Cada uno tenemos nuestra forma de relajarnos y no nos sirven las mismas técnicas a todos, busca la tuya.

Siempre se dice que dormir bien antes de un examen te permitirá tener la mente despejada pero hay personas que les relaja repasar bien la materia del examen antes de la realización del mismo. Si este último caso es el tuyo, no te preocupes, sigue haciéndolo puesto que la tranquilidad de saber que te lo sabes todo ya es una técnica de relajación.

Dentro de las múltiples técnicas que puedes encontrar, existe algunas que la puedes realizar casi en cualquier parte.

• Antes del examen es fundamental la respiración. Busca un sitio en el que no haya demasiado ruido (no es necesario estar solo), ponte cómodo, comienza a respirar centrándote en cómo el aire entra por tu nariz, los pulmones y lo expulsas por la boca.
• Para eliminar la tensión cierra las manos con fuerza durante 5 segundos, nota cómo toda la tensión va hacia ellas, relaja las manos y verás como parte de la tensión que tenías en el cuerpo desaparece. Puedes realizar este ejercicio varias veces pero en la última tienes que centrarte en ver cómo esa tensión desaparece por tus manos.
• Si dispones de un asiento puedes practicar la postura del cochero. Sentado con las piernas ligeramente abiertas y apoyando toda la planta de los pies en el suelo, reposa los brazos en los muslos desde el codo, dejando caer al centro las manos e inclina la cabeza hacia delante. En esta postura respira hondo varias veces centrándote en notar cómo fluye el aire.

Si tu examen es oral, una forma de relajarte mientras realizas el examen es coger un bolígrafo y apretarlo con fuerza con el dedo pulgar mientras estás hablando. De esta forma, redirigimos la tensión a ese punto y nos desaparece del resto del cuerpo.

Independientemente de todas las posibles técnicas de relajación, si tienes un amuleto o consideras que hay algo que te dé buena suerte de cara al examen, llévalo, si no te da buena suerte sí te ayudará a estar más tranquilo.

¡¡¡Muy buena suerte!!!

Post publicado por:  María José Troyano

María José Troyano

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