El 23 de junio de 1912 nació en Londres Alan Turing, uno de los científicos más brillantes de todos los tiempos.
Los matemáticos le recordarán por su prueba de la existencia de problemas sin solución algorítmica; los criptógrafos e historiadores como el hombre que rompió los cifrados alemanes y ayudó a acortar la Segunda Guerra Mundial salvando así miles de vidas; los ingenieros como el fundador de la era digital y la inteligencia artificial; los informáticos como el ideólogo de la primera computadora electrónica, Colossus (la “máquina de Turing” es el origen de los actuales ordenadores); los filósofos por sus ideas sobre los límites de la razón y la intuición; los biólogos dirán que formuló la teoría de la morfogénesis y los físicos le agradecerán su aportación a la dinámica no lineal.
¡Todo un hombre del Renacimiento en pleno siglo XX!
Fue además un gran deportista que no obtuvo reconocimiento en vida, sino todo lo contrario. Por su homosexualidad fue procesado y condenado en 1952 lo que, probablemente, provocó su muerte prematura a los 41 años de edad.
¿Sabíais que hay quien defiende que el origen del logotipo de cierta marca que diseña y produce equipos electrónicos y software está en Alan Turing y la causa de su muerte? *
Un mundo en el que, cada vez, más operaciones y más aparatos a nuestro alcance son el resultado de “máquinas de Turing”: ver la TV digital, escuchar música, hablar por teléfono móvil, pagar con tarjeta de crédito, … bien debería rendirle homenaje en el centenario de su nacimiento.
* Por envenenamiento al morder una manzana que contenía cianuro.
Post publicado por: Sandra Corbeira
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