Habitualmente relacionamos robótica con modernidad y un gran avance tecnológico, imaginándonos de forma inmediata bien inmensas cadenas de montaje realizando tareas que para las personas son peligrosas y muy pesadas, sin embargo, para muchos científicos desde que los robots se han integrado totalmente en la industria, el reto es conseguir crear una máquina casi tan perfecta como los seres humanos que nos vayan resolviendo problemas que se nos presentan de forma diaria.
Desde que en 1961 el primer robot comenzó a trabajar en una factoría de GM hasta nuestros días, la robótica se ha integrado por completo en la industria. Desde la década de los 90 muchos ingenieros están trabajando para que se aplique a nuevos servicios y uso personal.
Bill Gates ha vaticinado que los robots de las actuales cadenas de montaje son como las enormes computadoras de los años 70 que fueron reduciendo su tamaño hasta convertirse en los actuales ordenadores personales y que, por la situación de la robótica, es muy similar a la de la informática.
Hay muchos tipos de robots, con muy diversas formas y cada uno de ellos con un fin concreto.
Podemos encontrarnos con PLEO, i-ROBI o Papero que sirven para entretener a los niños; PARO el bebé foca que tiene efectos terapéuticos sobre todo en las personas mayores; Roomba que limpia los hogares y; el robot capaz de operar a una persona como Da Vinci.
Quizás uno de los ámbitos en el que más se está investigando es el de la medicina. Uno de los sueños de la NASA siempre ha sido poder efectuar una operación a distancia, con la intención de poder efectuarlas en estaciones espaciales y así tener cubierto uno de los peligros de las estaciones interespaciales en misiones muy largas.
A partir de esa idea, nació Da Vinci que como su propio nombre indica recibió este nombre en honor al gran artista, descubridor, pintor, anatomista y militar Leonardo. Consta de una consola de control donde el cirujano se sienta a manipular al robot a una distancia del paciente, obteniendo así una visión estereoscópica que produce una imagen tridimensional con una amplitud de 10-15 aumentos del campo de operación.
La primera operación se hizo en 1999, aunque ya fue en el año 2001 cuando se realizó una operación con éxito una intervención transoceánica en la que el cirujano estaba en Nueva York y el paciente en Estrasburgo.
Da Vinci permite manipular instrumentos muy pequeños y finos, eliminando el temblor de las manos de uno o varios cirujanos en operaciones largas y complejas, interviniendo con una máxima precisión.
Con este tipo de cirugía, el paciente tiene una recuperación más rápida, en la que hay menos riesgo de infección, con menos dolor y sangrado y en el que las cicatrices son muy pequeñas. Sobre todo, está indicada en procedimientos como eliminación de tejidos cancerosos en partes sensibles del cuerpo, como son los vasos sanguíneos y los nervios y órganos importantes del cuerpo, aunque no está recomendada en algunos tipos de cardiocirugía.
Entre otras aplicaciones de la robótica en la medicina nos podemos encontrar con los Robots asistenciales, los robots-prótesis, los exoesqueletos y órtesis activas, la robótica terapéutica, los robots que son simuladores de realidad virtual o los robots para almacenaje y distribución de medicamentos.
Con esta tecnología, que ya se está aplicando en España en intervenciones de alta complejidad, y con necesidad de disección, no se pretende reemplazar la figura del cirujano quien hasta hoy es indispensable, sino ayudarle en su tarea para obtener mejores resultados.
Post publicado por: Laura Jimenez
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