Aunque tal vez la palabra oleohidráulica defina de una forma más acertada la técnica para convertir energía hidráulica en movimientos lineales o rotativos, oleohidráulica es un término que no aparece en el diccionario de la Real Academia Española, por ello hablaremos en este artículo de “hidráulica” y evitaremos controversias.
Gracias a la técnica hidráulica, en la actualidad la industria es capaz de realizar las más grandes fuerzas posibles. A fecha de hoy, ninguna otra técnica es capaz de realizar mayores fuerzas o pares de giro, al menos no de un modo eficiente.
La hidráulica ha proporcionado, al hombre, un método para hacer cosas que sin su uso no hubiera podido hacer. Está presente en los desarrollos tecnológicos más complejos, pero también forma parte de nuestra vida más habitual.
Durante muchos años la hidráulica no ha avanzado apenas, siendo utilizada por antiguas culturas para transformar la energía de los ríos en energía mecánica con antiguas norias.
Los romanos utilizaban agua estancada en un punto elevado como ayuda en la minería. Acumulaban el agua poco a poco en un punto elevado, y después liberaban toda esa energía potencial de golpe dejándola caer a través de un complicado sistema de túneles excavados estratégicamente que literalmente “rompía” la montaña, dejando al descubierto el oro que contenía.
En las Médulas de León podemos ver lo que fueron capaces de hacer los romanos con este sistema.
En 1795 Joseph Brahma diseñó la 1ª prensa hidráulica para producción industrial, basada en agua como líquido transmisor de la energía. Su rendimiento no era muy bueno debido a las malas cualidades del agua para este cometido. Además los materiales empleados para los cierres de aquella época no conseguían sellar (encerrar) el agua de una forma estanca, pues solían ser de cuero y no se conseguía presurizar las instalaciones o al menos no conseguían hacerlo por mucho tiempo.
Su principio de funcionamiento es en realidad muy simple: utiliza el fluido para transmitir energía, la energía de la persona que mueve un pequeño pistón y que se aplica sobre un pistón más grande: esto multiplica fuerzas y reduce la cantidad de movimiento haciendo posible mover muy poca distancia un elemento con mucha fuerza, en realidad es lo que sucede con la ley de la palanca.
Con el descubrimiento de oro en 1848 en la localidad de Sutter´s mil, Califonia, los mineros empezaron a utilizar el agua acumulada a cientos de metros por encima de ellos en las montañas. El agua proyectada a gran presión en un chorro de tan solo 23 cm de diámetro a 70 kg/cm² por el que circulaban más de 114.000 litros de agua por minuto, era empleada para levantar y mover tierra y rocas de valles y montañas enteros…. hasta que el gobierno americano prohibió aquella forma de devastación 50 años más tarde.
Más tarde el descubrimiento de petróleo contribuyó a un nuevo y espectacular avance de la hidráulica. Gracias al petróleo aparecieron nuevos polímeros cuyo uso se generalizó, y con estos apareció el tal vez más famoso elemento de cierre: la junta tórica (O-ring).
El petróleo también brindó los aceites minerales derivados que incluso hoy se siguen usando en este campo: aceites hidráulicos de origen mineral.
Posteriormente el uso de la hidráulica se extendió a los frenos de los automóviles, pues cada vez eran más pesados y los sistemas mecánicos eran ineficientes para detenerlos. Después el uso de esta técnica en las direcciones con asistencia hidráulica se generalizó (no confundir con una dirección hidrostática).
Actualmente la tendencia es el uso de una dirección asistida eléctrica, pero durante mucho tiempo, la asistencia ha sido únicamente hidráulica.
Sin duda el sector que más ha desarrollado la hidráulica ha sido la aviación, que la utilizó primero en frenos, y más tarde se utilizó para elevar el tren de aterrizaje porque representaba una gran ventaja aerodinámica respecto a los modelos en los que los trenes de aterrizaje eran fijos. Finalmente debido a la potencia y rapidez de la hidráulica ha terminado utilizándose para gobernar cualquier movimiento en el avión: estabilizadores horizontales y verticales, flaps, slats, etc.
Desde entonces su técnica y control se extendió rápidamente por toda la industria, ejecutando movimientos aislados y secuencias de movimientos, bajo control manual o automático.
Bachelor of Science in Technology Management. Técnico Especialista en Calderería en Chapa Estructural (FP II). Máster Universitario en Formación de Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas. Profesor del área de diseño mecánico y soldadura en SEAS, Estudios Superiores Abiertos, centro de formación online del Grupo San Valero. Puedes ver su perfil en LinkedIn.
Historia de la Oleohidráulica | El blog de Pardos
23 julio, 2014 at 9:16 pm[…] Sigue leyendo este artículo aquí […]