¿Eres soldador profesional o tienes a tu cargo un equipo de soldadores?
Entonces es importante que conozcas en qué casos es obligatorio que un soldador esté “homologado”, es decir cualificado como soldador por la norma ISO 9606.
La homologación de un soldador implica que este profesional ha superado las pruebas a las que ha sido sometido para evaluar su habilidad. Dichas pruebas dependen del tipo de soldadura a realizar; pero, básicamente, consisten en soldar dos piezas entre sí (lo que se denomina “cupón de prueba). Sobre ese cupón de prueba se realizan una serie de ensayos no destructivos (inspección visual, examen radiográfico y/o por ultrasonidos) o destructivos (doblado, fractura y/o macrografía). Si el resultado es conforme, el soldador queda cualificado (“homologado”) y se emite el correspondiente “certificado de cualificación del soldador”.
Que un soldador este “homologado” implica que es capaz de realizar soldaduras con la calidad exigida, lo que es de vital importancia en la mayor parte de las ocasiones, a no ser que este profesional se dedique únicamente a realizar soldaduras estéticas (para muebles metálicos, cerrajería sencilla, etc.), que no van a tener que resistir cargas o esfuerzos de importancia.
La cualificación de soldadores se realiza siguiendo los principios recogidos en la norma internacional ISO-9606 que lleva por título “Cualificación de soldadores. Soldadura por fusión” y tiene dos partes: la primera para soldaduras de acero y una segunda para soldaduras de aluminio.
Si te dedicas profesionalmente al soldeo de estructuras metálicas que vayan a ser utilizadas en construcción, ya sea tanto para edificación industrial como para edificación residencial o comercial, los soldadores deben estar cualificados. Así lo indica la norma UNE-EN 1090, acerca del marcado CE de estructuras de acero y aluminio, obligatorio desde el 1 de julio de 2014. Textualmente dice que “están afectadas todas aquellas estructuras a utilizar como partes portantes de obras diseñadas para proporcionar resistencia mecánica y estabilidad y/o resistencia a fuego (…) que puedan incorporarse en una obra de edificación o de ingeniería civil”. Puede tratarse de una viga, un pilar, una barandilla, las barras corrugadas que se utilizan en el hormigón armado, etc., etc.
En concreto dicha norma indica que “los soldadores deben estar cualificados de acuerdo con la norma ISO 9606 y los operarios de soldeo de acuerdo con la norma EN 1418”.
También lo hace constar así el Código Técnico de la Edificación (CTE) que, en su Documento Básico SE-A de Seguridad estructural del acero, especifica que “los soldadores deben estar certificados por un organismo acreditado y cualificarse de acuerdo con la norma ISO 9606”.
Por lo tanto, si tu actividad está relacionada con la construcción, sí debes estar “homologado”.
En el caso de que tu actividad profesional se sitúe fuera del campo de la construcción, es muy posible que los productos que sueldas tengas como destino la fabricación de vehículos, tanto de carretera como ferroviarios. Los fabricantes de componentes soldados para vehículos deben estar certificados de acuerdo con las normas internacionales ISO 3834 (Requisitos de calidad para el soldeo por fusión de materiales metálicos) o ISO 15085 (Aplicaciones ferroviarias. Soldeo de vehículos y de componentes ferroviarios).
En particular, la norma ISO 3834 hace constar que “todos los soldadores y operadores de soldeo deben estar cualificados mediante las pruebas apropiadas” y, por su parte, la norma ISO 15085 indica que “el fabricante de soldeo debe tener soldadores y operadores de soldeo que dispongan de una cualificación según la norma ISO 9606”.
Concretando: si tu actividad se desarrolla, de una u otra forma, en el campo de la fabricación de vehículos, ya sean por carretera o ferroviarios, sí debes estar “homologado”.
Finalmente, si te dedicas al soldeo de dispositivos o componentes a presión, a los que se le aplica el Real Decreto 709/2015 en el que se establecen los requisitos esenciales de seguridad para la comercialización de los equipos a presión, está establecido que “las uniones permanentes [es decir, las soldaduras] de los elementos que contribuyen a la resistencia a la presión del equipo y los elementos que están directamente integrados serán realizadas por personal debidamente cualificado y mediante procedimientos adecuados”.
En resumen, si tu actividad como soldador está involucrada en la fabricación de equipos a presión, sí debes estar “homologado”.
La pregunta ahora sería…¿y si no me dedico a ninguno de estos campos comentados, también tengo que estar cualificado? Mi respuesta sería que probablemente sí tengas que estar “homologado”. En cualquier caso, incluye un comentario a este artículo indicando a qué te dedicas o contacta con nosotros, e intentaremos orientarte.
Y si necesitas “homologarte” u “homologar” a tu equipo de soldadores, avísanos. En SEAS, Estudios Superiores Abiertos, llevamos más de 14 años cualificando a los soldadores que realizan estudios con nosotros, de acuerdo con la norma internacional ISO 9606 y con una elevada tasa de éxito, tanto en soldadura con electrodo revestido, como en soldadura MAG y soldadura TIG.
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Graduado en Ingeniería Mecánica y Máster Universitario en Gestión y Diseño de Proyectos e Instalaciones Industriales. Ingeniero Europeo de Soldadura, Inspector de Construcciones Soldadas y Proyectista Instalador de Energía Solar. Profesor de las áreas de Energías Renovables, Soldadura y Diseño Mecánico en SEAS, Estudios Superiores Abiertos, centro de formación online del Grupo San Valero.