Todos los inviernos leemos muchos trucos a la hora de ahorrar en calefacción, pero el único que funciona es ver los tipos de aislamiento térmico que hay en el mercado y escoger el mejor de acuerdo a nuestra situación.
Cada tipo tiene propiedades distintas, aunque lo que más nos va a condicionar a la hora de elegir entre los diferentes tipos de aislamiento es si estamos construyendo la vivienda o si se trata de una casa antigua que no tiene ninguna clase de elemento aislante.
Poliestireno expandido
Entre los distintos tipos de aislamientos, es uno de los preferidos por los albañiles, ya que no pesa y se manipula sin ninguna medida de protección.
Está entre los mejores aislantes térmicos y todos lo conocemos porque es el corcho blanco que viene en los embalajes, aunque aquí en forma de planchas de diversos grosores.
Poliestireno extruido
Muy similar al anterior en el nombre, pero no tanto en las propiedades, puesto que este material puede absorber agua sin problemas y aguanta las heladas, así que lo vemos casi siempre en los tejados de las viviendas.
Además, es muy fuerte, por lo que sirve como soporte. Esto quiere decir que a la vez que aísla del frío, se pueden poner las tejas encima de él sin problemas, aguantando incluso el peso de las grandes nevadas.
Espuma de poliuretano
De entre todos los tipos de aislamiento, es el que tiene una mejor relación si comparamos el precio y la capacidad de aislar, además de poseer unas características que lo hacen muy interesante, como el que se pega a cualquier superficie.
Lo podemos aplicar con pistola, de manera que se pueden rellenar cámaras de aire, aunque la casa ya esté construida, haciendo unos pequeños agujeros en la pared.
No absorbe la humedad, por lo que además de ponerlo en paredes también se coloca en tejados. Aquí se puede ver hasta por fuera, cubierto con una capa de pintura especial o por dentro, ayudando en ambos casos a quitar goteras y a consolidar los tejados más antiguos.
Lana de roca
Se coloca de forma similar a los dos poliestirenos, por lo que es más adecuada en esos casos en los que se está construyendo la vivienda, poniéndose siempre en el interior.
Con respecto a los aislamientos de poliestireno, aporta una gran ventaja y es que es menos inflamable, aunque hay que protegerse bien los ojos, la piel y colocarse una mascarilla para instalarla. Posee otra propiedad que siempre es deseable, y es que también aísla del ruido, lo que es importante en nuestro país.
Lana de vidrio
Es similar a la anterior, su nombre le viene de los filamentos de vidrio que se añaden a la masa con la que se crea, que también lleva resina ignífuga.
Resiste muy bien la humedad, por lo que cuando las zonas que se quieren aislar están en contacto con el agua, como ocurre en los tejados, es uno de los mejores productos que se puede elegir.
Tenemos la suerte de poder escoger entre varios tipos de aislamiento térmico, dependiendo de nuestro presupuesto, de si lo vamos a usar en una casa que se está construyendo o en una que ya tiene unos años, o de si va a estar en zonas húmedas con posibilidad de que le caiga agua encima.
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