Es conocido que “Genba”, palabra japonesa muy utilizada en empresas que trabajan con Lean Manufacturing, se refiere a la línea de montaje o a un puesto de trabajo. Literalmente se traduce por “lugar de trabajo donde ocurren las cosas”. Y “Walk” procede del inglés y se traduce por pasear. Con todo ello. “Genba Walk” se suele traducir como “caminata por el Genba”.
Se trata de una práctica muy relacionada con Genchi Genbutsu que propone acudir el lugar donde se ha detectado que hay un problema para observar y tomar una decisión en base a información comprobada por uno mismo.
La práctica del Genba Walk es algo que debería ser habitual en el líder. Imprescindible conocer el proceso, observar cómo avanza, verificar qué es lo que está aconteciendo, detectar posibles anormalidades para poder actuar sobre ellas de forma efectiva, … En definitiva, con este comportamiento, los líderes están impulsando la cultura de la mejora continua, herramienta fundamental para la supervivencia y progreso de la empresa.
Genba Walk se atribuye a Taichi Ohno
Como no podía ser de otra manera, la caminata por el Genba se atribuye a Taichi Ohno y constituye un paso previo al conocido Círculo de Ohno. Se cuenta que Ohno siempre llevaba tizas en sus bolsillos y en sus habituales rondas por las zonas de producción, cuando detectaba algo que no era conforme a lo previsto, pedía una explicación al supervisor de dicha zona. En caso de que no estuviese claro el tema, dibujaba un círculo en el suelo con esa tiza y obligaba a dicho supervisor a permanecer dentro de él observando y analizando hasta que se descubriesen las causas raíces que provocaban la problemática y así poder actuar sobre ella para resolverla.
Los 3 principios del Genba Walk
El Genba Walk se apoya en tres principios. El primero de ellos, Ir al puesto de trabajo, al Genba (Ohno, en ocasiones, lo nombraba como el campo de batalla). Ir, ver e intentar averiguar. El segundo principio es preguntar. ¿Y a quién preguntar? A las personas que mejor conocen el puesto de trabajo, la operación y el proceso, que en general, son los propios operarios que llevan a cabo las tareas. Aquí es muy útil la utilización de la técnica de los cinco porqués. Se cuenta también que, en Japón, y en especial Taichi Ohno, llegaba a encadenar con esta técnica no cinco, sino hasta 20 o 25 preguntas de por qué. Indudable que llegase a la causa raíz. Probablemente por cuestiones culturales, la técnica ha evolucionado en su implantación y utilización en Europa y con un encadenado de 5 o 6 preguntas se considera suficiente, confiando en descubrir así la raíz del problema sin incomodar demasiado a los preguntados.
Por último, el tercer principio consiste en ser respetuosos con los trabajadores y responsables, contando con ellos para ser parte de la solución de los problemas que aparecen en sus zonas de trabajo. Esa práctica mejora el grado de implicación y compromiso con la empresa además de que sea más factible la aceptación y mantenimiento en el tiempo de las soluciones implantadas.
Taichi Ohno decía a sus colaboradores que debían gastar un par de zapatos cada año, solo debido al tiempo que caminaban por las líneas de montaje, para que se les pudiera considerar unos buenos profesionales. Esta forma de pensar deja claro la importancia que le daba a las caminatas por el Genba.
Así que, si quieres ser un buen líder en tu empresa, deberías plantearte el Genba Walk como rutina diaria.
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Especialista en optimización y control industrial. Profesor del área de Mantenimiento y Producción en SEAS, Estudios Superiores Abiertos, centro de formación online del Grupo San Valero.